El delantero y goleador histórico de Central y del fútbol rosarino, Marco Ruben (104 tantos), jugará este sábado contra Estudiantes de La Plata el último partido de su carrera profesional en busca del récord de mayor artillero en el estadio Gigante de Arroyito, que ostenta el exdefensor y exentrenador “canalla” Edgardo Bauza, con 52 conquistas.
“Voy a hacer todo lo posible para que al equipo le vaya bien y que ganemos, como siempre”, declaró Ruben, de 35 años, esta semana, en la conferencia de prensa en la que confirmó su retiro del fútbol profesional.
Ruben ya había superado al propio “Patón” Bauza, primero, y al exdelantero “canalla” Waldino, el “Torito” Aguirre, después, como máximo goleador del club del barrio de Arroyito.
Nacido el 26 de octubre de 1986 en la ciudad santafesina de Capitán Bermúdez, situada en el Cordón Industrial, en el norte del Gran Rosario, Ruben llegó a los 16 años a las inferiores de Central, donde sólo jugó 33 partidos, hasta que don Angel Tulio Zof lo hizo debutar en primera, con 17 años.
“Mis mejores goles fueron el primero que hice en un clásico que ganamos en el Gigante, en 2006, y el que hice en el clásico de visitante, que ganamos cuando volví a Central, en 2015”, confió Ruben en su despedida.
El primer gol elegido por Ruben fue el último de la goleada 4-1, cuando se fue solo por el medio y se la picó al arquero paraguayo Justo Villar, en 2006.
El otro tanto elegido por el goleador fue el de la victoria en el clásico como visitante, cuando recibió un pase largo de Nery Domínguez por la derecha del área y definió con un toque magistral de zurda, al segundo palo del “Patón” Guzmán, a quien ya le había convertido en un clásico de inferiores en la Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria.
Ruben comenzó y terminó su extensa carrera profesional de 19 años en Rosario Central, pero en el medio fue un trotamundos del fútbol, al extremo que paseó sus goles por River; Villarreal y Recreativo de Huelva, de España; Dínamo de Kiev, de Ucrania; Evian Thonon Gaillard, de Francia; Tigres, de México, y Atlético Paranaense, de Brasil.
“Nunca me habría imaginado ser el goleador de Central. Si, cuando era chico, para mí los jugadores eran superhéroes. Me acuerdo cuando mi viejo, que ya no está pero debe estar contento en el cielo, me llevaba a la cancha y recorría la tribuna a ‘cocochito’ y me metió este veneno por Central. Central es todo lo que quise ser de chico”, se emocionó Ruben, quien fue saludado por numerosos hinchas “canallas” que fueron especialmente hasta el predio de Arroyo Seco, donde colgaron un trapo que rezaba “MR9 goleador del fútbol rosarino”.
Esos mismos socios “canallas” que el jueves agotaron las populares y esos mismos hinchas que terminan las últimas plateas para despedirlo mañana como se merece el mejor jugador de Central de los últimos tiempos.