Boca busca un triunfo pacificador ante Talleres en La Bombonera

Boca Juniors recibirá hoy a Talleres de Córdoba en La Bombonera con la urgencia de un triunfo pacificador para la crisis de convivencia interna que se desató con la eliminación en la Copa Libertadores y se agravó tras la derrota en el clásico ante San Lorenzo el fin de semana pasado.

El partido se jugará por la octava fecha de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) desde las 20:30 con arbitraje de Pablo Dóvalo y transmisión de ESPN Premium.

Será el reencuentro del público “xeneize” con el equipo después de la fatídica noche de Copa ante Corinthians de Brasil, que desembocó en el despido del DT Sebastiá Battaglia y destapó un conflicto inesperado entre el plantel profesional y el Consejo de Fútbol liderado por Juan Román Riquelme.

El día previo a la eliminación por penales en los octavos de final de la Libertadores, trascendió que los referentes de Boca y miembros del Consejo mantuvieron una áspera discusión en torno a una deuda de premios por objetivos deportivos.

“Jugadores: el mayor premio que tienen ustedes es vestir la camiseta de Boca y están en deuda”, fue el mensaje de una pancarta anónima ubicada esta madrugada sobre la alambrada del predio de Casa Amarilla.

Las tensiones entre jugadores y dirigentes fueron públicamente reconocidas por el delantero Darío Benedetto, uno de los partícipes del encuentro y principal marcado por la derrota con los brasileños tras haber fallado dos penales, uno en el tiempo reglamentario y otro en la tanda de definición.

Esa misma noche, antes del inicio del partido, “Pipa” Benedetto hizo una arenga presuntamente dirigida al Consejo, a cuyos miembros tildó de “hijos de p…” por haber tratado de “perdedores” a los futbolistas al momento de realizar el reclamo.

Los efectos de la eliminación no solamente alcanzaron a Battaglia sino al capitán Carlos Izquierdoz, quien fue desplazado al banco de suplentes por el entonces DT interino Hugo Ibarra en el clásico con San Lorenzo, que Boca perdió con una opaca actuación.

La polémica se incrementó en ese partido cuando Marcos Rojo, tras marcar el 1-0 parcial, se quitó la cinta de capitán y fue hasta el banco para abrazar a “Cali” Izquierdoz, en lo que se interpretó como un mensaje desafiante a la decisión de sacarlo del equipo.

Ibarra, que este lunes fue confirmado en el cargo hasta fin de año, desligó al Consejo de esa medida y se la atribuyó como una decisión táctica. Para mañana no convocará al defensor, que trabajó de forma diferenciada toda la semana por un golpe mientras circularon rumores de su inminente salida anticipada del club.

El DT de Boca le ratificará la confianza al once que ofreció una desdibujada versión en el Nuevo Gasómetro, con el peruano Carlos Zambrano como primer marcador central, pese a haber estado en duda por una molestia muscular.

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