A horas del partido contra Atlético Tucumán, que para Boca es de suma importancia porque este puede ser el último tren que tenga para prenderse de una vez por todas en la Liga Profesional, Juan Román Riquelme decidió organizar este viernes, después de la práctica matutina, un asado del cual formaron parte todos los integrantes del plantel profesional, cuerpo técnico y Consejo de Fútbol.
El único que no formó parte de este encuentro, que tuvo lugar en el predio de Ezeiza y era un habitué en la época en la cual Carlos Bianchi era el DT y Román jugaba, fue el peruano Carlos Zambrano, quien entrenó diferenciado por una gastroenteritis y se fue a su casa al mediodía.