El mes próximo se producirá un hecho histórico ya que después de 51 años un auto de la IndyCar volverá a girar en un autódromo argentino. Serán dos eventos en Buenos Aires y Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Se trata de un monoposto Dallara del equipo del bonaerense Ricardo Juncos y el coche lo manejará el arrecifeño Agustín Canapino. Pero detrás de la movida hay una historia que busca traer a la categoría estadounidense por segunda vez al país, luego de las míticas 300 Millas de Rafaela en 1971.
La escudería Juncos Hollinger Racing es propiedad de Juncos y participa en diversas categorías en Norteamérica. Arrancó en el karting y tuvo base en La Florida. Luego llegó al mundo de la IndyCar y arrancó en sus categorías menores, primero se instaló en la Indy Pro 2000, luego en la Indy Lights y más tarde se mudó a un taller en Indianápolis, cerca del legendario circuito, para preparar su salto a la IndyCar, donde debutó en las 500 Millas de Indianápolis de 2017. Tras su asociación con Brad Hollinger, el team regresó para las últimas fechas de 2021 y esta temporada participan de forma completa con el piloto inglés Callum Ilott.
Este año surgió el interés de Santiago del Estero y el propio gobernador Gerardo Zamora presenció las 500 Millas de Indianápolis. Allí el mandatario se reunió con su par del estado de Indiana, Eric Holcomb. El encuentro fue promovido por Juncos. Cabe recordar que el Autódromo de Termas de Río Hondo recibe desde 2014 al MotoGP y es el mejor de la Argentina seguido por el de El Villicum, considerando sus instalaciones, estado de la pista y medidas de seguridad. “Tengo la esperanza de que la legendaria competencia que, desde Indianápolis, llegó para participar en Argentina (Rafaela) hace más de 50 años, pueda regresar, con el circuito internacional de Termas de Río Hondo”, contó Zamora en esa oportunidad. Allí lo acompañó el Secretario Ejecutivo del Inprotur (Instituto Nacional de Promoción Turística), Ricardo Sosa, quien también trabajó en el gobierno santiagueño.
El primer contacto personal con el mandatario santiagueño fue positivo y dejó la puerta abierta para futuros encuentros. Fue así que Juncos se contactó con Canapino para que maneje uno de sus autos de IndyCar y el piloto de 32 años viajó hace dos semanas a los Estados Unidos para probarse la butaca.