Bajo dirección del argentino Gustavo Alfaro, el seleccionado de Ecuador obtuvo a paso firme su cuarta clasificación para un Mundial, aunque tuvo que ratificarla en los tribunales de la FIFA por un reclamo deportivo de Chile, eliminado de la gran cita del fútbol.
La disputa legal por supuesta mala inclusión del delantero Byron Castillo no empañó de modo alguno el reconocible mérito deportivo de un equipo que se mantuvo entre los cuatro primeros de las Eliminatorias Sudamericanas en 15 de las 18 fechas de la competición.
Al final, Ecuador se clasificó cuarto con dos puntos de ventaja sobre Perú -acreditado al repechaje- tras una campaña 7 victorias, 5 empates y 6 derrotas.
El equipo de Alfaro sustentó su éxito en la fortaleza de su condición de local (5-3-1), que esta vez intercaló en la altura de Quito y el llano de Guayaquil, según el rival.
Chile puso suspenso a la participación ecuatoriana en Qatar por una protesta fundamentada en la sospecha de utilización indebida de Castillo en 8 partidos de las Eliminatorias.
La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) alegaba que el futbolista era de nacionalidad colombiana y que su documentación como ciudadano de Ecuador había sido falsificada.
Pero en junio pasado, la FIFA convalidó las pruebas de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) sobre la nacionalidad concedida por la Justicia de ese país y dio por cerrado el caso.
Alfaro (60 años) tomó el cargo en agosto de 2020, poco antes del inicio de las Eliminatorias, después de dirigir todo 2019 en Boca, con el que fue campeón de la Supercopa Argentina y llegó hasta semifinales de la Copa Libertadores, instancia en la que fue eliminado por River.
En su primera experiencia al frente de una selección, el rafaelino ratificó su capacidad para confeccionar equipos sólidos, equilibrados y efectivos, tal como lo demostró en el fútbol argentino durante sus etapas en Quilmes, Olimpo de Bahía Blanca, Arsenal, Gimnasia y Esgrima La Plata y Huracán.
Sin tiempo previo tras su asunción, el argentino encaró un recambio en plena carrera hacia Qatar, combinando jugadores presentes en Brasil 2014 (Carlos Gruezo, Renato Ibarra y Enner Valencia, entre otros) con la camada del futuro que en 2019 ganó el Sudamericano Sub 20 de Chile y fue tercero en el Mundial Juvenil de Polonia, de la mano de su compatriota Jorge Célico.
En el ciclo de Alfaro, jóvenes de proyección como Moisés Ramírez (21), Piero Hincapié (20), Jackson Porozo (22), José Cifuentes (23), Diego Palacios (23), Leonardo Campana (22) y Gonzalo Plata (21) ganaron su lugar en “La Tri”.
El plantel que Ecuador llevará a Qatar 2022 arroja una buena compensación entre experiencia y juventud, lo que sumado a la capacidad de su entrenador, invita a creer en una actuación para marcar un hito en el fútbol del país del paralelo.
De sus tres participaciones anteriores, los octavos de final alcanzado en Alemania 2006 fueron lo más lejos que llegó del seleccionado ecuatoriano en una Copa del Mundo.
En aquella oportunidad, se clasificó segundo del Grupo A que compartió en el anfitrión, Polonia y Costa Rica y avanzó a octavos de final, donde resultó eliminado por Inglaterra.
Sus otras dos experiencias mundialistas, en Corea-Japón 2002 y Brasil 2014, terminaron con una eliminación en la primera ronda.
Ecuador tendrá el privilegio de jugar el partido inaugural con la selección de Qatar, debutante absoluta en la mayor competencia de la FIFA, el domingo 20 de junio a las 13.00 de Argentina en el Estadio de Bayt, situado en la localidad de Jor, al norte de Doha.
El viernes 25 se enfrentará a Países Bajos desde las 13.00 en el Estadio Internacional Khalifa y martes 29 cerrará el Grupo A con Senegal a las 12.00 en idéntico lugar.