(Por Fernando Serrano) Humilde, auténtico, frontal, solidario y gran jugador. Luis Miguel Rodríguez nació en Simoca, Tucumán y su historia antes del éxito ya es archiconocida. Trabajó como albañil junto a su padre y entre ladrillos y ladrillos fue construyendo su sueño de triunfar en el fútbol. Y así lo hizo. Su juego simple, efectivo y una pegada con una precisión envidiable hizo que el fútbol se arrodillara a sus pies. En un conductor dentro y fuera de la cancha. Habla con los más chicos, les da muchos consejos y corrige a los más experimentados. Todo eso le podrá aportar a Central Córdoba, que tendrá el honor de recibirlo en sus filas y degustar del jugador de más jerarquía de los últimos tiempos del fútbol argentino.
El entrenador Leonardo Madelón ya se frota las manos. Es que tenerlo al “Pulga” en su plantel hace que pueda jugar con distintas alternativas tácticas. El tucumano es un as de espada que genera renovar las ilusiones y mirar con más expectativas al torneo de la Liga Profesional.
Seguramente Madelón tendrá en el “Pulga” al líder del grupo, un referente que el “ferroviario” siempre necesitó y ahora podrá cumplir con ese sueño.
Debutar con River, el sábado 28 en el Unico, será la mejor alternativa de mostrar a Rodríguez y compañía. Desde este momento, se trata de los “Pulga´s Boys”. Bienvenido Tucumán.
