Osvaldo Brito es un joven tucumano que desde la cuna bebió las mieles del fútbol. Hijo de Oscar “Nipón” Brito, nacido, criado y exquisito jugador de San Martín de Tucumán en la década de los ’80, “Ova” también desde los “pañales” y hasta hacerse un jugador de Primera, se empapó del “Santo”, pero los caminos se hacen al recorrerlos y este volante (también exquisito como su padre) tuvo que armar las valijas para asentarse en Neuquén, para sumarse a San Patricio, equipo de la misma ciudad neuquina. Ahora es el capitán del equipo “albirrojo”.
Este equipo actualmente está participando en el torneo Regional 2023, en la zona 7 y el pasado fin de semana, “sufrieron” al uruguayo Rodrigo Mora, múltiple campeón con River Plate, que anotó los dos goles para Alas Argentina cuando San Patricio acariciaba la victoria y se tuvo que conformar con un empate en dos.
“Es un jugador diferente, se le nota su jerarquía, especialmente en el gol que nos hizo de tiro libre. Es un jugador que ya sabía lo que tenía que hacer antes de que le llegue la pelota. Es una persona humilde porque vino a nuestra cancha como uno más y eso es valorable”, indicó Brito en un diálogo exclusivo con sgosports.com.ar.
Cuando contó a acerca del desarraigo tras su viaje hace dos años desde el “Jardín de la República” hasta San Patricio, indicó: “No lo sentí tanto porque estaba preparado para nuevas aventuras. Mi familia me apoyó siempre en cada decisión que tuve que hacer, porque saben de mi pasión por lo que hago. Mi familia es un pilar fundamental, me acompañó siempre”, confesó.
En tanto dijo que el fútbol neuquino “es parecido al que yo venía acostumbrado allá en Tucumán, es un fútbol bien jugado, me encontré con grandes jugadores, grandes compañeros y grandes rivales. La única diferencia es que acá la gente es menos pasional que los que es el sector norte del país, pero tiene lo suyo. San Patricio es un club relativamente nuevo y está haciendo muy bien las cosas. Aspira a mucho más”.
