Por Fernando Serrano desde la Redacción de sgosports.com.ar. Dejó su Garza querida para encontrar su horizonte en Pergamino. La historia de Lucas Jael González es como la de muchos santiagueños, que dejan su tierra, su nido de amor, para armar sus valijas, cargadas de ilusiones y sueño, para cumplirlos en tierras extrañas.
Allá por el 2020, Jael viajó, en prioridad, para trabajar, soportando el desarraigo, para establecerse un futuro mejor. Pero apenas un par de meses en Buenos Aires, tuvo que soportar la Pandemia. “Fueron meses terribles”, dijo a sgosports.com.ar en el prólogo de lo que fue un diálogo extenso.
Este muchacho, con apenas 23 años, la luchó solo, lejos de sus seres queridos, en un tiempo donde la soledad se hacía más terrible y la desesperación asustaba a mas de uno.
Pero su temple y fuerza lo premió. Trabaja en un mayorista de mercadería, “como changarín y de a poco me fui afianzando en esto hasta que me estabilice”, nos cuenta, al tiempo que este lugar le permitió conocer a una persona que lo llevó a jugar en Douglas Haig de Pergamino, en la Liga Pergaminense, pero sus inicios datan en un equipo de la segunda división, siendo uno de las figuras, en su puesto de mediocampista central.
Allí nace su historia futbolística porque en su Garza natal el fútbol era sólo un pasatiempo, en el club Sarmiento donde despuntaba el vicio. “Garza tiene grandes talentos pero les faltas las oportunidades a los chicos. Falta alguien o un lugar que trabaje en la formación de los chicos”, nos indicó.
Hoy es el entrenador de la Sub 12 de la institución “rojinegra” con 27 años cursando además la carrera de entrenador en Rosario.
-¿Cómo fue que te metes en el fútbol de Pergamino?
-“En el trabajo conozco a una persona que era ayudante de campo de un club de un pueblito a 30 kilómetros de Pergamino que se llama El Socorro, de la segunda división, donde hicimos una gran campaña y conseguimos ascender a la Primera División de la Liga Pergaminense, en el estadio de Douglas Haig. En ese andar del fútbol, conoció a Adrián Aranda, hoy técnico de Douglas que participa en el Federal A, y en ese entonces, el “Mati” Aranda era coordinador de las inferiores de Douglas, que me lleva a ese club, para jugar el Sub 23 y Primera local. Estuve un año, y en ese andar dentro del club, me ofrecieron dirigir a las Infantiles, una linda primera experiencia y este año estoy en la Sub 12″.
-¿Colgaste los botines?
-“Decidí parar un poco en este 2024 para poder trabajar en lo personal, entrenar a los chicos y estudiar en el curso de técnico. Douglas Haig es una institución realmente hermosa”.
-¿Cual es tu proyecto en el futuro?
-“Mi intención en profesionalizarme mas en la parte técnica, en la formación de los chicos y conseguir objetivos más grandes que me pueda llevar a otro lugar más profesional”.
-¿La idea es dirigir a un club o seguir con los chicos?
-“Mi anhelo siempre fue formar chicos. Por lo que veo, en las inferiores, hay muy poca formación en el sentido de formar personas para el futuro, que el día de mañana integre cualquier grupo social, porque se entiende que no todos serán futbolistas profesionales, es por eso que me gusta decir que quiero ser un formador, me gusta formar personas más que futbolistas profesionales. Douglas quiere eso además de formar a futuros jugadores profesionales”.
-¿Cómo se vive lejos de Garza?
-“Es difícil, nunca se olvida de la gente querida. Las ganas de volver siempre están. Hay buenos recuerdos, de tardes de pelota y amigos. En el día a día, se extraña las culturas de nuestro pueblo”.
-¿Cuál es tu visión de juego y cómo te gusta que tus equipos jueguen?
-“Me gusta un equipo agresivo, con presión alta, con jugadores polifuncionales y en ese sentido me gusta la rotación de los jugadores y que en esa rotación fluya el juego, que se defienda con la pelota, que sepa atacar en los momentos adecuados. Una defensa ordenada”.
