River, con graves errores defensivos y de atención, fue goleado esta noche como visitante por 3 a 0 frente a Atlético Mineiro de Brasil y deberá ganar con un abultado resultado como local en la revancha si quiere avanzar a la final de la Copa Libertadores.
Con dos goles de Deyverson, que jugó con los nervios del rival y con el público local, y otro de Paulinho, el local liquidó a un rival que recibió un mazazo en Belo Horizonte en la ida de las semifinales y perdió su primer partido en la actual edición del certamen, que lo dejó muy complicado de cara a la vuelta en El Monumental.
El próximo martes 29 de octubre, River recibirá a Atlético Mineiro y deberá ganar por al menos tres goles de diferencia para forzar una definición por penales para jugar la gran final.
Con una previa accidentada en la que se lesionó Marcos Acuña en el calentamiento y debió jugar Enzo Díaz para completar la línea de cinco, la dificultad del desarrollo se notó desde el inicio cuando en una jugada que culminaba con un gol anulado a Deyverson por claro offside, el VAR no llamó a Jesús Valenzuela a revisar una muy cuestionable mano en el área de Leandro González Pirez.
Mucho más áspero el local, lograba anticipar y cortar los circuitos del medio millonario, que de a poco empezó a emparejar y llegó a amenazar con un cabezazo alto de Miguel Borja. Pero a los 21 minutos, los de Gabriel Milito golpearon a fondo: Hulk atropelló a Germán Pezzella para bajarle un centro frontal a Deyverson, que enfrentó a Franco Armani y lo desairó por su izquierda con un toque a la red.
A pedir del anfitrión, el trámite entró en un desarrollo de mucha lucha y escaso juego. El arranque del complemento fue lo más flojo del Millonario, que no encontraba la pelota ante un rival que encima se empezó a mostrar más peligroso, amenazando con un cabezazo desviado de Deyverson. Gallardo tomó nota y a los 15 borró al mediocampo con tres cambios: entraron Maxi Meza, Manuel Lanzini y Rodrigo Villlagra, y la situación pareció mejorar.
No obstante, justo cuando Lanzini empezaba a ser clave, se enchufó Mineiro con su ataque letal para liquidarlo en apenas cuatro minutos. A los 25, Guillherme Arana descargó por izquierda para Deyverson, quien mano a mano con Armani definió bajo y contra el segundo palo. Y a los 29, durmió la defensa con un lateral que recibió en el área Deyverson, quien aguantó y habilitó de frente a Paulinho para que buscara el arco y se beneficiara de un desvío en Paulo Díaz que descolocó al arquero.