La posibilidad de ver a Sergio Ramos vistiendo la camiseta de Boca Juniors generó una ola de entusiasmo entre los hinchas xeneizes. Sin embargo, lo que comenzó como un rumor excitante parece destinado a quedar en una simple anécdota.
Si bien existió un contacto entre ambas partes, las altas pretensiones económicas del defensor español, las dificultades logísticas que implicaría su llegada y, sobre todo, la reticencia de su familia a radicarse en Argentina, hacen que su llegada a la Bombonera sea prácticamente imposible.
Según se informó Boca Juniors efectivamente se contactó con Sergio Ramos. Este acercamiento se dio principalmente por la relación que une al defensor con Fernando Gago, excompañero del español en el Real Madrid. Gago, actual entrenador de Racing Club, habría servido de puente para que Boca pudiera averiguar las condiciones de Ramos y manifestarle su interés.
Hubo charlas entre ambas partes, donde Boca sondeó la situación del jugador y le planteó la posibilidad de sumarse al plantel. Sin embargo, desde el principio se vislumbró que la operación sería extremadamente compleja, casi utópica, para las arcas de un club argentino.