El 5 de febrero, el día de su 33° cumpleaños, Neymar volvió a jugar en el club donde se hizo leyenda. El estadio Vila Belmiro lo recibió con euforia en el empate 1-1 entre Santos y Botafogo-SP por el Campeonato Paulista, pero su debut tuvo un inicio doloroso: la primera pelota que tocó fue un pelotazo en los testículos.
Un regreso muy esperado
Después de más de 11 años, “Ney” volvió a vestir la camiseta del Peixe, esta vez con el número 10, inmortalizado por Pelé. La hinchada lo ovacionó, le cantó el feliz cumpleaños y hasta desplegó una bandera con su rostro y el del fallecido astro brasileño.
El crack ingresó en el segundo tiempo en reemplazo de Gabriel Bontempo, y apenas unos segundos después, un despeje de un defensor rival impactó de lleno en su zona baja. Neymar se tambaleó y cayó al césped, acusando el golpe en una escena que rápidamente se volvió viral.
Un debut accidentado, pero con chispazos de talento
Más allá del incómodo momento, el astro brasileño mostró destellos de su calidad. En el minuto 61, dejó a dos rivales en el camino y sacó un zurdazo que exigió al arquero. Sin embargo, aún se lo vio falto de ritmo tras su paso accidentado por el Al-Hilal, donde las lesiones lo limitaron a solo siete partidos en 17 meses.
El Santos, que volvió a la Serie A tras su histórico descenso en 2023, dejó dudas y no pudo aprovechar la superioridad numérica tras la expulsión de Wallison (71′). A pesar del empate, Neymar se fue aplaudido por su gente, que sueña con verlo recuperar su mejor nivel y liderar a Brasil en el Mundial 2026.