Luego de pasar las fiestas en Buenos Aires, el mediocampista regresó al Brighton para reintegrarse a los entrenamientos y fue sorprendido por el gran recibimiento por parte del club.
Al llegar al centro de entrenamiento de las Gaviotas, Mac Allister -portando su medalla de campeón mundial- estaba siendo esperado por todos los miembros del plantel, cuerpo técnico y auxiliares; a quienes saludó uno por uno.
A su vez, prepararon una gigantografía especial para el primer campeón del mundo en la historia de la institución y dejaron una réplica del trofeo sobre uno de los mostrados en la recepción. Tanto y como hizo en el Lusail Stadium, Mac Allister levantó la copa y salió disparado papel picado mientras sus compañeros festejaban el éxito del mediocampista surgido de Argentinos Juniors con pasado en Boca.