Los campeones argentinos Manuel Andújar y Kevin Benavides se clasificaron hoy en el cuarto puesto de la división quads y el octavo lugar de las motos, tras disputarse la segunda etapa del Rally Dakar en una ruta de 598 kilómetros (430 cronometrados) entre el Sea Camp, a orillas del Mar Rojo, y la ciudad de Al-Ula, al oeste de Arabia Saudita.
Andújar (7240 Rally Team) quedó fuera del podio por un retraso en la parte final del segmento, que estuvo dominado con autoridad para el vigente campeón y líder de la general, el francés Alexandre Giroud (Yamaha Racing SMX Drag’on).
El piloto europeo firmó su victoria con un tiempo de 6:21:06, escoltado por el cordobés Pablo Copetti (+3:35), quien compite bajo bandera estadounidense, y el mendocino Francisco Moreno Flores (+5:29).
En la tabla acumulada de la categoría, Andújar se ubica en el segundo lugar a 7:28 de distancia de Giroud, lo que anticipa un mano a mano entre los últimos dos campeones hasta el final del rally, el próximo 15 de enero.
Andújar, de 26 años, quien corre con el escudo de Boca Juniors en su antiflama y las imágenes de Maradona, Messi y la Copa del Mundo en el casco, busca este año una revancha por su abandono en 2022 y a la vez aumentar el récord argentino de 7 coronaciones en quads desde la incorporación al Dakar en 2009.
Por su parte, Benavides, único sudamericano campeón en motos (2021), sufrió este lunes un pequeño retraso en la general, luego de finalizar en el octavo puesto de la etapa que se adjudicó el estadounidense Mason Klein (Bas World KTM), pese a una penalización de 2 minutos.
El salteño, que también sufrió un recargo de tiempo (1m.), retrocedió del segundo al cuarto escalón en la tabla acumulada con una diferencia de 2:25 respecto de Klein, quien desplazó del primer lugar a su compatriota Ricki Brabec (Monster Energy Honda).
Brabec cayó hasta el sexto escalón tras quedar fuera de los 10 primeros arribos de la categoría, postergado por otros dos argentinos: Luciano Benavides (Husqvarna), duodécimo, y Franco Caimi (Hero Motorsports), decimocuarto.
Tras llegar a la meta, Caimi se quejó por la dificultad de la segunda prueba: “Fue una etapa durísima, la verdad que no era necesario que nos hicieran hacer una etapa así en el segundo día de carrera. Da para replantearse mucho y ver cómo vamos a seguir, porque la verdad es que estamos reventados”.
“Fue muy larga, con 430 kilómetros de especial, muy demandante físicamente. Ahora hay que pensar en recuperar un poco en las horas que quedan del día para mañana estar lo mejor posible”, agregó en declaraciones recogidas por el sitio Motorsport.