Leandro Fortunato, el hincha de Boca que se hizo viral por irse a pie para poder asistir a la final de la Copa Libertadores, pudo cumplir su sueño tras 23 días de caminata y ya se encuentra en Copacabana, lugar donde el equipo de Jorge Almirón intentará conquistar su séptimo trofeo.
En las últimas horas, Fortunato había publicado en las redes un video con la distancia que le faltaba para llegar a la ciudad de la final. “No los quiero emocionar, pero allá atrás de todos eso (se veía un monte), está Río de Janeiro. Quedan 200km nada más”, contó, mientras que, después de otras 20 horas, hizo un posteo tras su llegada al lugar que le produjo felicidad.
De hecho, en el último video ya se lo vio en la playa, con hinchas de Boca del Dique, de La Plata y de Villa Elvira, quienes le compraron anteojos, un gorro y ojotas para que disfrute ya del sol de Río.
Fortunato es de la localidad bonaerense de Isidro Casanova, vive en Ingeniero Budge y su historia se volvió viral porque inició su viaje a pie rumbo a Río de Janeiro para tratar de estar presente en la final entre Boca y Fluminense.
Junto al anuncio, publicó en sus redes sociales el trayecto según Google Maps y el tiempo que le indicaba la aplicación que le llevaría arribar a destino: 22 días y 17 horas por la Autopista Panamericana, la ruta 9 hasta Zárate, la ruta 12 hasta Entre Ríos, luego la 14 hasta Corrientes, el cruce por Paso de los Libres y la travesía por los estados de Río Grande del Sur, Santa Catarina, Curitiba, San Pablo y finalmente Río.
En los primeros días de viaje ya encontró algunos obstáculos importantes: el calor, el frío, la lluvia, algunas inundaciones en el interior de Río Grande do Sul, además de padecer fiebre y tos, situaciones que fueron complicando su trayecto, pero logró superarlos.
Mientras caminó por las rutas de Brasil, en Buenos Aires quedaron su pareja Cinthya y su hija Renata y, en medio del viaje, se encontró con una noticia que lo bajoneó y contó en sus redes.
“Les cuento que la proeza esta se está volviendo cada vez más difícil, por el tema de que hay muchas inundaciones, muchas rutas que no se pueden cruzar caminando. Me cagó a pedos la Policía”.
“Llegué a Carazinho y me llevé una mala noticia. Mi señora me bloqueó de Instagram, Facebook y WhatsApp. Hay que llegar a Río y después se verá lo que haré de mi vida”, contó, angustiado.
Incluso, hasta dudó de si podía finalmente completar su sueño. “No sé si voy a llegar, lo dudo, pero lo seguiré intentando. Si tengo que cruzar un río caminando, lo hago. Y si me ahogo, me ahogo”, señaló días atrás.
Pero finalmente, logró superar todo y ya está en Copacabana, feliz y listo para ver a su Boca querido, como él dijo, “la pasión que no lo va a abandonar”.