Por Fernando Serrano. El torneo Intercalles de básquet del barrio Jorge Newbery siempre atrajo jugadores de gran jerarquía, pero esta vez tuvo dos presencias de lujos: Guillermo Aliende y Carlos “Tatú” Small, dos integrantes del seleccionado santiagueño que se consagró campeón argentino de básquetbol en 1991, luego de 23 años. El anterior había sido en 1968. Aquella epopeya tuvo un sabor especial ya que se disputó en nuestra provincia y además se le ganó a Tucumán en la final en el estadio Ciudad que se vio desbordado de público.
En un diálogo que rozó las lágrimas, porque siempre un recuerdo de esta naturaleza trae emociones y sentimientos profundos y hermosos, sgosports.com.ar mantuvo un diálogo con dos de los héroes de aquella epopeya que alegró a toda una provincia, significando uno de los mayores logros del deporte santiagueño en toda su historia.
-¿Cómo se vive esta gesta que tuvieron el privilegio de vivirla, jugarla, disfrutarla y festejarla luego de 22 años?
-CS: “Fue una gran alegría para el básquet de nuestra provincia y para todo Santiago del Estero. Nosotros la llevamos a esa alegría en lo más profundo de nuestro ser. Los recuerdos del acompañamiento de la gente en cada partido, del trabajo previo que hicimos, que fueron seis meses de muchos entrenamientos y concientización. La idea era llegar en óptimas condiciones al torneo. Cuando comenzó el torneo todo ese trabajo lo volcamos en la cancha para que la gente disfrute de eso. Y cuando ganamos el torneo fue una alegría indescriptible”.
-GA: “Participar en un torneo de esa magnitud fue lo que me llena de satisfacción. En ese momento era el torneo más importante que tenía las provincia a nivel deportivo y tener la responsabilidad de los jugadores y el cuerpo técnico de representar a la provincia y en nuestra casa era algo que nos comprometió a todos. Ganar el torneo fue una alegría inolvidable. La gente y el día a día de nosotros con los compañeros y el cuerpo técnico uno no se olvida. La clave fue un grupo unido que hasta hoy no seguimos viendo y comunicando”.
-¿Se imaginaban ganar el torneo? porque tenían una gran responsabilidad en sus espaldas y eso muchas veces juega en contra.
-CS: “De imaginarse uno siempre se imagina, pero sabíamos que iba a ser un torneo duro. El trabajo de hicimos de seis meses nos sirvió para mentalizarnos que debíamos hacer un papel importante por ser anfitriones y porque la historia del básquet de Santiago no obligaba. No veíamos la hora de entrar a la cancha y jugar. Creo que la gira que hicimos previamente también nos unió en muchos aspectos. La idea era siempre llegar a la final. Cuando pasamos a la siguientes instancia pasando la ronda previa, y sentir que pasamos a rivales duros como Santa Fe, nos sirvió para imaginarnos estar en la final. Enfrentar a Tucumán en la final, con lo difícil que significaba como rival, sentimos que podíamos lograr el objetivo. La gente jugó un papel fundamental.
-Jugar una final, como local y con Tucumán como rival, ¿era una presión extra?
-GA: “Sin dudas que fue una presión extra. A medida que pasaban los partidos la presión se incrementaba y la gente quería lo mismo que nosotros. La gente nos tranquilizó porque todos nos dieron esa onda positiva para que lleguemos a esa final con la mejor. Fue inolvidable el apoyo de la gente”.
-Con el pasar del tiempo, ¿cómo lo viven a ese momento individualmente?
-CS: “El grupo y por supuesto cada uno, lo recuerda de la mejor manera. Nos juntamos con aquella camada de jugadores y el cuerpo técnico entre el 10 de septiembre y el 17, (fecha de la final) todo los años y en esas juntadas cada uno expresa sus sensaciones de ese logro. Es el mejor momento mas lindo de recordar momentos lindos que pasamos y en lo individual lo que valoro es que mas allá de los 32 años de aquel logro, la gente me lo hacer sentir con el cariño y el respeto hacia mi persona; eso valoro mucho”.
GA: “El recuerdo de haber conseguido algo importante y ser partícipe de ese logro me hace sentir orgulloso. Santiago vivió uno de los mejores momentos deportivamente hablando con ese título y la alegría uno lo lleva a flor de piel siempre. Como dijo Tatú, el reconocimiento de la gente cuando uno anda por la calle, nos llena de satisfacción”.
-Pasaron los años y todavía se los ve disfrutando del básquet. Hoy jugando un torneo Intercalles, que es más familiar que otra cosa y compartir con ustedes, uno como compañero (Guilli) y el otro como rival (Tatú), a uno lo llena de orgullo porque estar ante dos grandes personalidad del básquet santiagueño, una historia rica y viva, es algo que colma, ¿cómo viven este deporte teniendo esa linda mochila en sus esaldas?
-CS: “El básquet lo llevamos en la sangre. Cada uno lo lleva a su manera. En lo personal hoy como dirigente de un club y otros como Guilli como entrenador, pero siempre jugar nos motiva. Mientras las piernas den seguiré jugando y obviamente siempre que hay alguna invitación para jugar, la respondo positivamente. Estoy jugando torneos de Maxibasquet y nos permite seguir compartiendo este deporte que mas amamos”.
-GA: “Naturalmente hicimos este deporte desde muy chicos y lo vamos a seguir haciendo porque lo llevamos en la sangre. Mientras tengamos ganas lo hacemos. Además cada vez que jugamos hacemos más amigos de distintas edades y es un momento lindo, como por ejemplo este torneo Intercalles de Newbery me permite en lo particular conocer el barrio, conocer más personas y es lo lindo que tiene esto. Despuntar el vicio y disfrutar de estos momentos es lo mas hermoso”.
HISTORIA
PASO A PASO
Primera fecha: Santiago 112, Formosa 81
Segunda fecha: Santiago 88, Mendoza 79.
Tercera fecha: Santiago 76, Buenos Aires 70.
Cuarta fecha: Santiago 88, Santa Fe 80.
Quinta fecha: Santiago 108, Córdoba 75.
Semifinales: Santiago 85, Entre Ríos 79.
Final: Santiago 87, Tucumán 83.
EL PLANTEL
Guillermo Aliende
Miguel Cortijo
Javier Lepri
Rubén Pikaluk
Alejandro Villavicencio
Héctor Arias
José Arnoletto
José Small
Gustavo Gómez
Víctor Giannoni
Carlos Small
Enrique Ibáñez
Entrenador: Carlos Banegas.
Asistente: Sebastián Simonetti.
PF: José Reyes.
Utilero: “Pildorín” Luna.
