El piloto catalán Pol Espargaró llegó esta semana a la Argentina con dos misiones: defender el prestigio del equipo Honda oficial en el Gran Premio de MotoGP que se correrá en Termas de Río Hondo en ausencia de su connacional y compañero de equipo, el séxtuple campeón mundial Marc Marquez, y también ofrecer su tributo al país del que surgió su ídolo Lionel Messi, gloria máxima de la historia del FC Barcelona.
El corredor oriundo de Granollers, de 30 años, no duda en distinguir al capitán del seleccionado albiceleste como “el mejor futbolista del planeta” y se esmera en expresar su “profundo agradecimiento” a la Argentina durante una entrevista concedida a Télam en la previa de la tercera fecha de la temporada.
A gusto con la posibilidad de distenderse sobre su otra pasión, el fútbol, Espargaró reconoce con simpatía que este país le dio la posibilidad de disfrutar de “un futbolista descomunal”, al que desea “volver a ver en Barcelona” cuando termine su contrato en París Saint-Germain.
“Desde que llegó desde ‘La Masía -donde se moldean las futuras estrellas del Barcelona- con uno de mis hermanos sacamos un abono privilegiado en el Camp Nou y cada vez que tenía un tiempo libre por mi actividad no nos perdíamos ni un encuentro”, contó Espargaró, cuyo sueño es conocer personalmente al astro.
El catalán no acepta comparación alguna y habla con seriedad, consultado por el portugués Cristiano Ronaldo, su rival la puja estelar del fútbol contemporáneo: “Ronaldo es un gran jugador, pero tanto él como el resto de las estrellas que hoy brillan en el fútbol europeo no poseen el talento, habilidad y la destreza de Messi, que cada partido nos regalaba una nueva genialidad”.
El “Polillo” es una figura muy querida en el ambiente del Moto GP y se identifica con la “humildad y el perfil bajo” del argentino, el mismo cultivó para contenerse de gestionar un encuentro, mediante algún allegado en el club “culé”.
De todos modos, mantiene su anhelo de poder conocerlo personalmente y eternizar ese momento en una foto con Messi, cuya partida a París lo “entristeció”.
Al momento de profundizar sobre sus referentes en el motociclismo, Espargaró no dudó: “Tengo una profunda admiración por Marc Márquez y va mucho más allá de compartir equipo. Es un privilegio que no muchos pueden tener”.
El otro “faro” que guía a Espargaró es el séptuple monarca, el recientemente retirado italiano Valentino Rossi, “Il Dottore”: “Fue un grande de verdad, una de las grandes figuras que dio el motociclismo mundial, y fue uno rival que luchó en la pista con armas nobles y respetando a quienes queríamos superarlo”.
Otro de los pilotos que lo marcó y guio en su campaña fue el brasilero Alex Barros, ex corredor de Honda a finales de los ’90, quién lo aconsejó para abrirse camino en el difícil mundo del MotoGP.
“Alex fue muy importante para mí porque fue uno de los referentes de la actividad, me aportó su experiencia para marcarme por dónde se transita en cada circuito, las claves de cada autódromo para ganar una milésima más en la pista”, reconoció el “Polillo”.
Espargaró corre hoy con el número 44 pintado en su Honda oficial y tiene un por qué: “Es en homenaje a Alex, que en su tiempo utilizaba el número 4. Yo le agregué otro y sueño con llegar a lo más alto para homenajearlo”.
Pol Espargaró nació en Balcelona, el 10 de julio de 1991, y antes de comenzar a caminar, ya se trepaba a una moto a batería, y hacía de las suyas en el pintoresco poblado de su infancia.
Fue campeón mundial de Moto 2 en 2013 con una Kalex Honda, con diez victorias, y debutó en MotoGP en 2014 con una Yamaha. El año pasado ingresó al equipo Repsol Honda oficial para compartir su campaña junto a Márquez.
En sus comienzos, cuenta el catalán, recibió el apoyo “incondicional” de su padre, quien lo primero que le dijo fue: “diviértete y disfruta de conducir una moto de competición”.
Sobre el presente, el piloto Honda consideró que las modificaciones para la temporada 2022 podrían favorecerlo: “La situación ha cambiado mucho desde el año pasado y ahora puedo aplicar mi estilo, basado en el agarre trasero, ya que la moto es más rápida y constante en ritmo”.
“Los nuevos dispositivos aumentan el nivel de drag (resistencia al avance) y eso nos condiciona un poco en términos de velocidad final. Las primeras ocho motos en ese parámetro son Ducati y Honda lo sabe”, explicó.
“En MotoGP es cada vez más importante la salida, porque tienes que estar en el lugar adecuado y muy rápido. La moto ha mejorado mucho en ese aspecto. Se debe a los nuevos dispositivos, pero también al aumento de agarre trasero”, agregó.
“Todos los pilotos de Honda estamos utilizando la misma moto y eso fue una gran decisión. Estamos de acuerdo a pesar de los distintos estilos de conducción. Ninguno piensa que la moto del año pasado sea mejor”, concluyó el español quien marcha sexto en el Mundial con 30 puntos, a 10 del líder Enea Bastiani (Ducati), tras su tercer puesto en Qatar y el duodécimo en Indonesia.